Negociar no es ganar por ganar. Negociar no debe basarse en el concepto espantoso, temerario de crear necesidades que no existan por que el mundo que parece grande en verdad es demasiado pequeño , y tarde o temprano al crear necesidades irreales estamos siendo como vendedores de droga tan solo generando destrucción . Y aunque esto parezca ganancia, la corrupción nunca es el método del éxito pues al fin y al cabo nunca jamás debemos perder la perspectiva y el sentido de la vida.
La negociación se basa en encontrar puntos en común y hacer de las diferencias, no conflictos sino más bien alianzas.
Negociar no es ir a la guerra.
Negociar no es imponer nuestra voluntad.
Negociar no es intransigencia
Negociar es aprender y evolucionar
Negociar es construir
Negociar es superarse, renovarse y reinventarse si es necesario, en la totalidad.
Por que la negociación es el arte responsable , sostenido en la disciplina, de la eficiencia y del bien común , donde el vencedor no maltrata al vencido sino que lo recupera, lo repone, lo alivia, lo cura. Así se camina, se avanza, se progresa, por que la negociación se basa en alcanzar la calidad de vida, y de conciencia. Por eso por ejemplo, será un mal negocio aunque gane millones si destruyo la floresta, porque esa ganancia jamás le pagara a la tierra la perdida de sus recursos existenciales, es decir, el aire puro que no tiene precio.
¿Acaso es ganancia el dinero , de la fortuna que se logra con la muerte, así mismo con la venganza, con las armas de destrucción masiva? ¿ Acaso es negociar, matar animales indefensos para mostrarlas en las vitrinas de las grandes tiendas, las pieles de las victimas que lloran una muerte espantosa? Todas esas pieles le llaman al dinero por el dinero, cobarde asesino, has matado y matas a los hijos inocentes de la madre tierra para vestirte de vanidad, de lujuria.
¿Que enseña esto? Que nos crecido como ser vivo, por tanto la negociación tiene muchas implicaciones. Vivimos por ejemplo en una sociedad de alto consumo al punto de que al buscar el placer por el placer morimos por los excesos.
Por eso, si creamos necesidades ficticias, si engañamos y manipulamos las mentes menos brillantes y más inculta, no es que somos unos grandes negociadores, somos tan solo como demonios que recorremos la tierra llenando hospitales, destruyendo vidas.
La negociación ha de basarse en el Bien, en el progreso y en el respeto del orden universal, el respeto a toda vida, a cada vida.
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